La leche de almendras es una gran alternativa a la leche normal y es un componente saludable.
Se obtiene moliendo las almendras y mezclandolas con agua.
Tiene un agradable sabor y es totalmente, natural, vegetal, equilibrada y no está compuesta por ninguna clase de conservantes ni aditivos.
Aquí vamos a resaltar sus propiedades así como la información nutricional:
· Sabor ligero
· Rica en magnesio, potasio, vitamina E, fósforo y calcio
· Más baja en sodio que la leche de vaca
· Menos calorías: 1 vaso de leche de vaca desnatada = 86 /// 1 vaso de leche de almendras= 70 cal
· De fácil digestión
· Alto nivel de fibra
· Contiene salicilato: reduce inflamaciones y bloquea las señales del dolor
· 0 conservantes, 0 aditivos, 0 gluten
· Promueven el balance del colesterol
· Calma el sistema nervioso y alivia tensiones musculares
CÓMO HACER LECHE DE ALMENDRAS
Ingredientes:
2-1/2 tazas o 200 gr de almendras crudas.
Debes usar almendras sin piel al natural, crudas y sin sal.
1 litro de agua.
Elaboración:
- Poner a remojar las almendras en agua durante toda la noche. De esta manera se hidratan y ablandan un poco.
- Batir en la batidora durante 2 ó 3 minutos, remover y volver a batir. Debe quedar perfectamente triturado y mezclado.
- Colar bien la mezcla en un recipiente. Exprimir al máximo hasta que no caiga ni gota.
- Beber al natural o guardar en la nevera un rato. Se puede tomar sola o con algún edulcorante.
La pasta de almendras que sobra se puede aprovechar para multitud de recetas como “harina” para panes, galletas, tartas, etc.
Puede usarse fresca o deshidratada, es decir tostándola en el horno a muy baja temperatura.
Si no tienes tiempo de elaborar la leche de almendra en casa y quieres incluirla en tu dieta diaria existen una gran variedad de marcas en herbolarios y supermercados.
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